Miles de personas fueron secuestradas y detenidas y, otro cientos de personas aparecieron muertas, según el gobierno militar como resultado de "enfrentamientos con las fuerzas de seguridad o entre subversivos". Otros miles de argentinos (particularmente atemorizados o amenazados) debieron abandonar el país y emprendieron un duro camino de exilio. La mayoría de los que se quedaron tardaron varios años en animarse a hablar en público sobre lo que estaba ocurriendo en el país: no lo hacían en los lugares de trabajo ni de estudio, mucho menos ante desconocidos, y aún se cuidaban en reuniones de amigos.
Personalmente me toca vivir la dictadura desde el punto de vista de testigo de los testigos, y como tal encargado de mantener viva la memoria del sufrimiento de miles de personas que fueron muertas en Argentina, en manos de asesinos que destruyeron una generación entera de jóvenes.
Bajo el lema de una guerra exterminaron a todas aquellas personas que se oponían y opinaban completamente diferente a quienes ostetaban el órgano de poder. Por tener una ideología de izquierda o revolucionaria, fueron personas que lucharon por sus ideales, como si fuera un crimen tratar de instaurar otro modo de vida y organizacion.
Pero aquellos señores solo quisieron mantener el poder y oprimir a la sociedad argentina.
Y muchas otras victimas solamente fueron asesinadas por cualquier causa que sea valida para una supuesta guerra.
Yo, hoy, escucho los llantos y lamentos personas adultas, como mi madre, que vivieron en carne propia la dictadura y perdieron muchos amigos.
Queridisimos amigos con quienes compartian vivencias,que nunca mas volvieron a ver, y nunca mas sabran de ellos.
Esas personas son mas que desparecidos, o asesinados, sino son victimas de los criminales mas fríos y temerosos que Argentina ha vivido, y solo algunos saben lo que realmente significa vivir con miedo.
LEONARDO LUCAS.
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